Actualmente nos encontramos con el hecho de que la mayoría de las tarjetas bancarias ya incorporan chip. El caso es que mucha gente desconoce los motivos por los que los bancos han tenido que implementar este cambio.
Con este artículo pretendemos aclarar algunas de las preguntas y cuestiones que os puedan surgir acerca de la utilidad del chip en las tarjetas bancarias, ya sean tarjetas de crédito o tarjetas de débito.
Obligatoriedad del chip en las tarjetas de pago
De momento la incorporación del chip en las tarjetas de débito o crédito no es obligatorio. Dicha incorporación surge como consecuencia dela implantación de la Zona Única de Pagos Europea, cuyo objetivo es conseguir que todos los pagos que como europeos realicemos en cualquier país de la UE se puedan hacer con idéntica seguridad, eficiencia y facilidad con la que pueden hacerlo en su propio país.
La adaptación del chip solo la deben llevar a cabo los bancos ya que otras entidades que emiten tarjetas de ámbito nacional y para pagar en sus comercios, como puede ser El Corte Inglés, no están afectadas por este cambio, por lo que seguirán existiendo las tarjetas que funcionen exclusivamente con la banda magnética.
La banda magnética en las tarjetas bancarias no desaparecerá
Al ser las tarjetas bancarias son un medio de pago internacional y, como son muchos los países que todavía no han incorporado la tecnología del chip, las entidades financieras deben mantener la banda magnética para que las tarjetas puedan seguir utilizándose en todo el mundo.
Operativa a comprar online
La operativa a la hora de realizar compras en Internet o a través del teléfono sigue siendo idéntica. El chip en estos casos no tiene utilidad alguna y para validar la compra solo se necesitan los datos de la tarjeta y el código CVV de la misma (número que llevan impreso en la banda donde va nuestra firma).
Utilización de las tarjetas en los cajeros automáticos
La forma de funcionar en los cajeros automáticos con las tarjetas de chip también es idéntica. Después de introducir la tarjeta deberemos teclear nuestro PIN o clave secreta. El cambio es simplemente a nivel interno del cajero, ya que este leerá nuestros datos del chip y no de la banda magnética.
Firma de los recibos de compra
La firma solo será necesaria si nuestra tarjeta tiene establecida como método de verificación de nuestra identidad la firma. En caso contrario deberemos teclear en el terminal nuestro PIN, de igual forma que lo debemos hacer al sacar dinero de un cajero automático. El PIN que deberemos utilizar es exactamente el mismo que el de los cajeros. Obviamente dicho PIN deberemos cambiarlo cuando lo recibamos por primera vez desde nuestro banco.
Lo bueno es que cuando introduzcamos la tarjeta en el terminal del comercio, este detectará el método asociado con la misma.
Comisiones por las tarjetas bancarias
Lo más probable es que las comisiones a pagar por disponer de una tarjeta de crédito o débito aumenten. Aunque algunos bancos ya hayan adaptado sus sistemas a las nuevas tarjetas con chip, el proceso de adaptación de tarjetas, cajeros y terminales ha implicado unos costes bastante altos para las entidades financieras, coste que en nuestra opinión acabarán repercutiendo en sus clientes.
La manera más sencilla de hacerlo es aumentando las comisiones de emisión y renovación anual.
Seguridad en las tarjetas con chip
En nuestra opinión la verificación de la identidad mediante la firma y la acreditación de la persona con su DNI es el mejor sistema para proteger al consumidor, ya que en caso de que la tarjeta se utilice de forma fraudulenta no es posible comprobar si la firma es suya o no.
Además, las tarjetas de chip no son más seguras frente a un uso fraudulento de las mismas ya que siguen manteniendo la banda magnética que facilita su duplicación y copiado. Este problema se solucionará cuando dejen de emitirlas sin banda ya que el chip, a fecha de hoy, es imposible de copiar.
Responsabilidad por uso fraudulento
Los límites de responsabilidad son exactamente los mismos entre unas tarjetas y otras. La ley que regula los límites de responsabilidad del usuario en los casos de utilización fraudulenta de sus tarjetas, limita a 150 euros la responsabilidad del titular antes de que se comunique el robo o la pérdida. El banco o entidad financiera deberá devolver al titular de la tarjeta todos los importes que excedan de esa cantidad, aunque pueden negarse a hacerlo de poder demostrar que el titular ha actuado incurriendo en una negligencia grave o de forma fraudulenta.
Utilidad de los seguros de protección por uso fraudulento de las tarjetas
En el mercado asegurador existen seguros que cubren los riesgos de uso fraudulento de las tarjetas de crédito o débito. El seguro más conocido es el denominado Card Protection Plan (CPP) cuyo coste supera los cuatrocientos euros anuales y sus coberturas son incluso peores que los límites de responsabilidad fijados por la Ley de Servicios de Pago.
También conviene saber que muchos seguros de hogar suelen incorporar coberturas sobre el uso fraudulento de nuestras tarjetas, coberturas que suelen oscilar entre los trescientos y seiscientos euros y que nos servirían para recuperar los 150 euros de hasta cuatro tarjetas robadas.
De todas formas siempre hay que ser muy prudentes al utilizar las tarjetas de crédito y débito:
- No debemos compartir nuestro PIN con nadie.
- A los cajeros automáticos debemos acudir siempre acompañados y seguir las recomendaciones que aparezcan en el mismo.
- Debemos asegurarnos de retirar la tarjeta después de haber sacado dinero o realizado cualquier operación con la misma, esperando a que la pantalla vuelva a su situación inicial y vuelva a pedir la introducción de la tarjeta.
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