Hasta hace relativamente poco tiempo solo hablábamos de los créditos y productos financieros ofertados por entidades bancarias tradicionales. En los últimos años, en las comparativas, cada vez encontramos más productos y servicios financieros realmente competitivos que no son ofertados por ningún banco, sino por entidades FinTech.
El FinTech es la fusión de los conceptos de finanzas y tecnología. Este sector surge para hacernos la vida más fácil en el ámbito financiero. Acceder a crédito y financiación es más sencillo y rápido que nunca gracias a las FinTech.
Encontramos ejemplos como el de Credy, una web de minicréditos que permite conseguir hasta 300 euros a devolver en un mes, o bien en dos cuotas en dos meses. Para antiguos clientes que cumplan las condiciones del programa de fidelización es posible solicitar hasta 1.200 euros a devolver en un máximo de 4 meses.
La evolución de la forma en que solicitamos crédito los españoles
Hace unos años, los españoles iban al banco, rellenaban páginas interminables de papeleo, contrataban algún que otro producto y servicio financiero de la entidad y, tras varios días de espera, conocían si la solicitud de su préstamo había sido aprobada o por el contrario denegada.
Además de lo tedioso de la gestión y los trámites burocráticos, los créditos ofertados por los bancos a menudo eran estandarizados y poco flexibles, con importes mínimos muy elevados, así como el plazo de devolución.
Hoy en día, los españoles pueden conseguir crédito entrando en webs como en la que mencionábamos al principio de este artículo. Pudiendo solicitar desde tan solo 50€ a devolver en 50 días, hasta 300€ a devolver en 30 días. La solicitud lleva apenas 10 minutos y es posible realizarla tanto desde el ordenador como desde cualquier dispositivo móvil (es decir, desde tablets y smartphones).
El papeleo y los trámites burocráticos son historia, puedes subir una foto de tu DNI y acceder con tu cuenta de banca online para verificar tus datos.
Del banco a las FinTech, los 3 grandes cambios a la hora de pedir crédito
De la sucursal al móvil: Antes eran los clientes los que se desplazaban para pedir dinero prestado, ahora es el dinero el que se desplaza mediante transferencias a las cuentas bancarias de los clientes que solicitan préstamos rápidamente desde su ordenador o teléfono móvil sin salir de casa.
Del comercial al comparador: Hemos pasado de tener en cuenta las recomendaciones de un gestor comercial en una sucursal bancaria a comparar las diferentes opciones de financiación que encontramos a lo largo y ancho de internet.
De esperar a ahorrar tiempo: En internet no hay colas de espera como en las sucursales bancarias y es posible realizar la solicitud en cualquier momento del día y desde cualquier lugar, basta con tener conexión a internet.
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